Indudablemente, cuando hablamos de tipos de iluminación y sus beneficios, la luz natural resulta la gran vencedora. Nuestro organismo necesita la claridad de la luz para poder regular nuestro ritmo circadiano; nuestra piel se beneficia de los elementos tan ventajosos que le aporta el sol, y nuestra mente se reequilibra con la luz que desprende el día. Es por ello que la OMS recomienda hacer uso de este tipo de iluminación siempre que las condiciones lumínicas naturales nos lo permitan.
No obstante, no siempre es posible disfrutar de este tipo de iluminación. Existen determinados momentos en que debemos suplir la falta de luz natural con la luz artificial. Es el caso de las horas de noche, o los espacios de nuestro hogar que no cuentan con ventanas ni otros elementos arquitectónicos que permitan filtrar la luz natural de manera adecuada. Es entonces cuando la luz artificial cobra especial importancia, y por ello, debemos elegirla de manera consciente y funcional.
Aspectos como el tipo de luz, su color, y el color y diseño de las luminarias instaladas pueden ser de especial utilidad para iluminar nuestros espacios interiores de la mejor manera posible. Aquí van unas cuantas ideas útiles que nos facilitarán esta tarea.
Iluminar espacios interiores
Para que la iluminación artificial se acerque lo máximo posible a las características de la iluminación natural, deberemos poner atención a:- El tipo de luz: Elegir aquel tipo de luz que mejor se adapte a la luz natural es un elemento clave para poder suplir sus beneficios. Para ello, deberemos optar por instalar una luz con una potencia media, que nos permita realizar nuestras actividades de manera óptima. Debemos evitar luces demasiado focalizadas y directas, de manera que la luz quede suspendida en el ambiente de manera general.
- El color de las luminarias que escojamos debe ser claro, característica clave del estilo nórdico. Este estilo, cuyo origen se sitúa en los países nórdicos, pretende compensar la falta de luz natural con la potenciación de la luz artificial. Además, los colores claros mejoran la sensación de amplitud y aprovechan mucho mejor la claridad de las estancias.
- Otros elementos decorativos que pueden potenciar la luz, como los espejos, son recursos que podremos usar en nuestro intento de reproducir algunas características de la luz natural en nuestros espacios interiores.